Flor de IRIS Blanco

Iris es una planta bulbosa de flores muy coloridas, que originan su nombre, derivado del arco iris. Existen muchas especies dentro de este género, se calcula que son unas 200.

Las variedades de iris se pueden clasificar en dos grupos, iris de rizoma e iris de bulbo, las primeras florecen más tarde y tienen mayor resistencia al frío que las segundas.

Las variedades de rizoma tienen hojas en forma de espada y su altura puede ser baja, mediana o alta. 

Entre los iris de pantano destacamos la Monstrosa, una variedad con grandes flores azules que se aclaran hacia el centro.

El cultivo de la flor de iris:

Las plantas de iris pueden usarse como arriates y macizos, también para colocarlas sobre la orilla de un estanque o arroyo. Poseen una altura variable entre 10 y 150cm.

Su reproducción se realiza de dos formas, por división de bulbos o por división de rizoma. Florece apropiadamente en casi cualquier tipo de suelo y no requiere muchos cuidados. En las zonas templadas suele crecer silvestre en muchas de sus variedades.

Las flores son generalmente individuales y se abren en dirección hacia el suelo con tres pétalos externos, los tres pétalos internos se elevan en corola. Se presentan en una gran gama de colores. La planta de iris debe ubicarse al sol o en la semisombra, sobre un suelo permeable. Existe una variedad de iris de pantano que necesita crecer sobre un terreno anegado.

Las variedades bulbosas necesitan un control de la humedad, pues puede atacar a los bulbos y la planta podría morir. Los tallos florales pueden ser simples o ramificados, huecos o macizos. Las flores tienen forma de abanico y un perfume suave.

La variedad más común es el iris barbado o iris germánica, se emplea como planta de jardín.